Empezando históricamente desde que apareció el papel moneda fue la primera forma de pago “real” y universal, aunque miles de años atrás se pagaba con animales o artículos, o hasta con frutas, hortalizas (una especie de trueque). Esto se mantuvo durante muchos años.
También existió una especie de papel (carta de pago o de acreditación) en la cual se le concede alguna propiedad (caballos, vacas, ovejas, granos, aceite, etc.) como parte de pago bien sea por alguna deuda o algún trabajo hecho.
Esto normalmente lo entregaba un individuo que debía a una persona que había hecho algún trabajo y este a su vez se lo entregaba a un tercero, que muchas veces no se encontraba cerca del lugar, y que este tercero era quien le iba a pagar.
Luego vino el cheque. El cheque vino a ser un adelanto inmenso que aportaron las entidades bancarias, casas de cambios, etc. Es una forma de pago algo parecida a la anterior exceptuando porque este cheque sólo tiene valor cuando es presentado frente a una entidad bancaria, la cual va a dar en papel moneda el monto que aparece registrado en el mismo.
Tanto como el cheque como el papel moneda (cuando se hace referencia al papel moneda, se refiere a la moneda en sí) mantienen vigentes luego de muchos años, en el caso de la moneda son miles de años.
Luego con el adelanto de la tecnología vino el paso del dinero plástico, lo cual representó el uso de una tarjeta (tarjeta plástica) con la cual pagas en un caso (Débito) te debitan de la cuenta inmediatamente y en el otro (Crédito). Aunque la primera en aparecer fue la de crédito.
Fíjate cómo fue evolucionando todo el sistema de pago. Así a medida que siguió evolucionando la tecnología, con internet, se empezó a realizar pagos de diferentes formas, transferencia por las páginas webs, hasta llegar a los pagos con monedas electrónicas. Todo esto a través de la plataforma de instituciones financieras.
Hoy en día la empresa Google te permite enviar o recibir dinero a través de su aplicación Gmail, esto se hace de la misma forma como si enviaras un correo electrónico. Pero esto tiene una ventaja frente a otras propuestas, y es lo simple como se hace, pero llevado al extremo. Tanto así que no necesitas ninguna aplicación adicional, solo tener una cuenta Gmail.
La única forma adicional que puedes tener para el envío de dinero a través de Gmail es la posibilidad de asociar un número de cuenta bancaria para que el dinero sea registrado en forma automática al banco, y no al monedero de Google Wallet, Google Wallet es un servicio que se encarga de completar las transferencias de dinero.
Hasta los momentos este servicio solo se encuentra en los Estados Unidos.